viernes, 17 de mayo de 2013

Jóvito Villalba y U R D derrotan a Pérez Jiménez


             El 30 de noviembre de 1951, el partido político Unión Republicana Democrática, liderado por su máxima figura el doctor Jóvito Villalba, infligió aplastante derrota electoral, no obstante  la coacción y la persecución, al partido gubernamental que propugnaba la elección a  la Presidencia de la República del coronel Marcos Pérez Jiménez.

            Pero la victoria urredista por medio de una trama grotescamente urdida se desdibujó en derrota.  Todo había sido la farsa electoral de un grupo de jerarcas militares deseosos de perpetuarse en el poder para justificar lo injustificable  ante la historia.  El hecho fraudulento que arrebató el triunfo a URD pasó a ser entonces un eslabón más de la cadena insurreccional que interrumpió el período constitucional del Presidente Isaías Medina Angarita el 18 de octubre de 1945.
            Esta fecha del 18 de octubre había inaugurado para Venezuela una época de soluciones democráticas a través del régimen de partidos; pero fue un ensayo que aunque caló profundamente en las masas, duró muy poco tiempo debido a la excesiva politización, a la desesperación y odios banderizos desatados.  El régimen de partidos fracasó lastimosamente cuando los mismos militares que se levantaron contra Medina para implantar la llamada Revolución de Octubre, se alzaron contra el Presidente constitucional Rómulo Gallegos,  el 24 de noviembre de 1948.
            Una junta militar de Gobierno presidida por el coronel.  Carlos Delgado Chalbaud asumió el poder sin resistencia y los partidos Acción  Democrática y el PCV fueron disueltos y sus líderes mandados al exilio.  Más tarde, el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud llevó a la Presidencia de la Junta al doctor Germán Suárez Flamerich, quien convocó elecciones en medio de la coacción y la represión.  El 30 de noviembre de 1951 el pueblo fue a las urnas y dio mayoría de 987.000 votos amarillos a URD pero el Gobierno no respetó el resultado de las elecciones y a nombre de las Fuerzas Armadas, el coronel Pérez Jiménez asumió el poder el 2 de diciembre de 1952 y decretó de hecho la desaparición de todos los partidos políticos, los que sin embargo, continuaron trabajando en la clandestinidad hasta el 23 de enero de 1958 cuando fue depuesta la dictadura y restablecido de nuevo el régimen democrático de partidos.


















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