El 21 de noviembre de 1958 fue instituido el Día del estudiante, en homenaje a los jóvenes universitarios y liceistas que manifestaron ruidosamente y se declararon en huelga contra el régimen de Marcos Pérez Jiménez que a través de un plebiscito pretendía alargar por cinco años más su dictadura.
La última institución educacional
clausurada por el régimen ya en agonía, fue el Liceo Andrés Bello. La disposición apareció en la Gaceta Oficial del
16 de enero de 1958 con el siguiente texto:
Por disposición del ciudadano Presidente de la República se clausura
desde esta fecha el liceo “Andrés Bello”, de Caracas, por haberse producido
continuos disturbios en ese instituto y no haber atendido las sucesivas
llamadas al orden que han hecho las autoridades docentes. Comuníquese y Publíquese, Ministerio de
Educación, Humberto Fernández Morán.
El doctor Fernández Morán, uno de
los científicos más prominentes del país, solo duró diez días como Ministro y
fue su nombramiento el producto de una
emergencia en medio de una crisis militar que llevó al Presidente de la República a reorganizar
su Gabinete para asumir, además de la Presidencia , el Ministerio de la Defensa.
Tras diez años en el Poder a raíz
del derrocamiento del Gobierno democrático de Rómulo Gallegos, el General
Marcos Pérez Jiménez, propuso al Congreso la realización de un Plebiscito para
consultar al pueblo si estaba de acuerdo conque su Gobierno continuase por un
período más a objeto de poder proseguir "las grandes obras en marcha y las
cuales están proyectadas a la conquista de una economía nacional diversificada,
para no depender, en el futuro del petróleo como única fuente de
riqueza". Alegaba que el Plebiscito
era lo más aconsejable toda vez que “la pugnacidad política en el poder es
perjudicial porque distrae energías y entroniza la algarabía”.
El Plebiscito se realizó el 15 de
diciembre de 1957 y diez días después el General Pérez Jiménez fue proclamado para un nuevo período de cinco
años, reducido a menos de 30 días porque el 23 de enero de 1958 el pueblo, los
militares democráticos y los estudiantes se rebelaron para darnos una democracia como la soñó
Bolívar y la proyectó en su mensaje del 15 de febrero de 1819 al Congreso de Angostura.
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