El Amargo de Angostura

            El 22 de noviembre de 1796 nació en Silesia, Alemania, el médico Johames Gottieb Benjamín Siegert, alistado en el ejército patriota venezolano e inventor del famoso Amargo Angostura.

            Siegert, graduado en la Universidad de Berlín, llegó a Angostura en 1820, a fines de la guerra de independencia y fue asimilado por el ejército patriota como teniente coronel y cirujano mayor del Hospital Militar de Angostura.

            En esta ciudad se casó con María del Pilar Araujo y luego en segundas nupcias en 1830 con la diecisieteañera  Bonifacia Gómez.  Además de médico militar, Siegert ha desempeñado otros cargos importantes en Angostura.  En 1817 presidió la Junta que promovió los fondos para erigir la actual estatua pedestre del Libertador.  En 1848 el gobierno de  José Tadeo Monagas lo distinguió con el título de  “Médico Cirujano de los Ejércitos de la República” y le concedió licencia indefinida con el goce de las dos terceras partes del sueldo.  Ejerció la medicina hasta 1858 cuando se retiró a la vida privada para morir doce años después, en 1870.

            No obstante todos los méritos como médico cirujano en una época tan difícil y como farmacéutico y ciudadano de relevantes iniciativas cívicas, Siegert se conoce más por su macerado “Amargo de Angostura” hoy fabricado en Trinidad bajo la protección del gobierno de la isla.

            Siegert logró su famoso “Amargo Angostura” después de viajar incansablemente al interior de Guayana buscando plantas medicinales.  En esa búsqueda observó que en las Misiones del Caroní los nativos utilizaban la corteza de la cuspa, llamada más tarde “Corteza de Angostura”, “Quina de las Misiones del Caroní” y “Cuspiara Febrífuga”.  Era utilizada después de cocida, por la vía oral, contra la fiebre y cólicos.  También la aprovechaban para preparar baños contra las úlceras y la hemorroides.  Siegert, con otros agregados vegetales, logró con esta corteza una fórmula más completa y efectiva que al principio regalaba y posteriormente vendía en su boticas de Ciudad Bolívar y Upata, las primeras fundadas en Guayana.  Rápidamente el Amargo Angostura tomó cuerpos y como bebida aromática, aperitiva y febrífuga.  Paseó su fama por el resto de Venezuela, las Antillas, Inglaterra, Alemania y muchos países de Europa.