El 7 de noviembre de 1874
el entonces Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, general
Antonio Guzmán Blanco, inauguró la actual Plaza Bolívar y estatua ecuestre del
Libertador en Caracas.
La plaza rodeada entonces por la residencia del
presidente, la catedral, los edificios municipales y el ministerio de
relaciones exteriores, exhibía en el centro la espléndida figura de Bolívar
montado sobre un caballo encabritado. El
monumento, salvo algunos detalles, era copia de la de Escipión Todolini erigida
al Libertador en Lima.
La inauguración
de este monumento al Padre de la
Patria , el segundo, pues ya el gobernador Juan Bautista Dalla
Costa se había adelantado en Ciudad Bolívar con una plaza y una estatua
pedrestre sufragada por el pueblo, fue todo un acontecimiento. Guzmán Blanco, una vez recibida la obra de
manos de Juan Rohl, pronunció el siguiente discurso: “Compatriotas: en aras de la gratitud de Venezuela y de la
gloria de América, queda inaugurada la estatua de Simón Bolívar, Libertador de
Colombia y del Perú, fundador de Bolivia, Héroe de la América del Sur y el
hombre más grande que ha producido la humanidad después de Jesucristo. Que todos los venezolanos, de generación en
generación, seamos dignos de tan grande e ilustre padre. ¡Viva Venezuela! ¡Viva la Causa de Abril! ¡Viva la Paz de la República !”
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