El 23 de enero de 1958, en horas de la madrugada, huyó de
Venezuela después de abandonar el poder el dictador Marcos Pérez Jiménez.
Huyó cuando vio que se desplomaba sin remedio toda la
estructura de poder que había armado con el apoyo de la odiada Seguridad
Nacional y emergía una Junta Militar encabezada por el Contralmirante Wolfgang
Larrazabal Ugueto, con el respaldo de un movimiento cívico – militar que desde
el primero de enero de ese año había insurgido contra el dictador y se mantenía
en la calle.
Desde la caída del presidente Rómulo Gallegos, en
noviembre del 48, numerosas fueron las
acciones que se ejecutaron para dar al traste con el gobierno de facto
instaurado en el país, pero ninguna tan efectiva, unitaria y espontánea como
aquella del Año Nuevo de 1958.
A pesar de que los partidos políticos y las fuerzas
sindicales estaban todos maltrechos, fue posible aquel movimiento de unidad
reflejado en la Junta
Patriótica presidida por el periodista Fabricio Ojeda. Una andanada de hojas y manifiestos
clandestinos y finalmente una huelga general hicieron reaccionar a todo el
pueblo y a sectores rezagados de las Fuerzas Armadas.
La conformación del movimiento insurreccional con
representación de todas las fuerzas políticas y sectores militares se concretó
cuando Pérez Jiménez el año anterior, en 1957, anunció un Plebiscito para sus
pretensiones de permanecer más tiempo en el poder. El primero de enero, oficiales del ejército y
de la aviación insurgen y sobre la marcha tratan de coordinar la acción, pero
fracasan. Los alzados son detenidos y
los principales cabecillas huyen a Colombia.
Sin embargo, la parte civil no se amedrentó sino que reaccionó con mayor
empuje y decisión. Cientos de
manifiestos comenzaron a circular hasta que los principales sectores de las
Fuerzas Armadas anunciaron la constitución de una Junta de Gobierno integrada
por el Contralmirante Wolfgang Larrazabal, en calidad de Presidente; coroneles Pedro José Quevedo, Abel Romero
Villate, Roberto Casanova y Carlos Luis Araque.
300 muertos y un mil heridos fue el saldo de aquel suceso que restituyó
a los venezolanos el derecho de vivir en democracia.
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