El Correo del Orinoco, en su
edición 54 del mismo mes, lo despide con la siguiente nota: “El primero del corriente partió de esta
ciudad S.E. el Vicepresidente de Colombia, que va encargado de una importante comisión
fuera del pais. Otros habían salido
antes que él a comisiones públicas: mas
al hacer aquí mención de la partida de S.E. cedemos solamente al impulso
irresistible que causó en nuestros corazones el ver su despedida. Funcionarios públicos, simples ciudadanos,
naturales y extranjeros, todos acompañaron a S.E. hasta verlo a bordo; todos le manifestaron en aquel
instante la estima en que tienen sus virtudes y la gratitud del pueblo por sus
constantes tareas públicas...”
Esos otros que habían salido
antes que él y a los cuales se refiere la nota periodística, era José Rafael
Revenga, Ministro de Relaciones Exteriores, y José Tiburcio Echeverría,
gobernador, comisionado por el Libertador para que pasase a España a negociar
la paz siempre que se reconociese la independencia de Colombia.
La misión de Zea era
confidencial, pero con el mismo propósito a través de los resortes diplomáticos
de Londres. Así tenemos que con fecha 30 de noviembre de 1820, es decir, a los
ocho meses de haber salido de Angostura,
el embajador español en Londres, escribe a Zea en los siguientes
términos: “En cumplimiento de las
órdenes que acabo de recibir en mi
Gobierno, debo participar a V.S. que el ministerio de S.M. después de
considerar detenidamente la propuesta de reconciliación entre España y sus
provincias disidentes de ultramar, que V.S. me dirigió en carta 4 de octubre,
último, ha encontrado que la base principal de aquella propuesta (se refería la
independencia de Colombia), y por consiguiente toda su naturaleza es
absolutamente inadmisible”.
Fracasada esta misión de paz que había seguido de un
armisticio y de la entrevista Bolívar-Morillo, se volvería a combatir meses
después hasta lograr lo que España tercamente nos negaba.
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