El 12 de Enero de 1817 las tropas de
Piar y Cedeño se presentaron frente a Angostura, capital de la provincia de
Guayana y asiento del gobernador teniente coronel Lorenzo Fitz – Gerald.
Piar y Cedeño llegaban a Angostura después de haber
penetrado por el Caura donde vencieron a las tropas del español Nicolás Ceruti,
comandante militar de la provincia desde junio de 1815.
Su propósito era tomar la ciudad orinoqueña y de ser
imposible debido a lo bien fortificada que estaba, hostilizarla con guerrillas
mientras continuaba con el grueso del ejército hasta las misiones del Caroní y
Castillos de Guayana.
El día 18, Piar dispone el asalto conforme lo expresa en
su diario de operaciones: “Dispuesto el asalto desde la noche anterior y
tomadas las más activas y eficaces medidas por el Mayor General del Ejército,
se dispuso al ataque en la forma que sigue:
el coronel Pedro León Torres debía dirigirse por la derecha de la
batería del centro; el coronel Chipía por la izquierda; el coronel Salom, por
la parte del barrio de Perro Seco; el coronel Hernández por la Alameda y ribera del
Orinoco, y el capitán Cadenas, por el frente del Reducto, quedando formada una
línea de reserva en la llanura o campamento.
Son inexplicable el denuedo y la bravura con que arremetieron nuestros
intrépidos soldados entre la una y las dos de la madrugada a los puntos designados: un fuego vivísimo y una artillería
perfectamente servida encontraron de obstáculos nuestras tropas, principalmente
por la parte de Perro Seco y de la
Alameda , en donde no pudimos penetrar; pero insuficientes el
coraje de la división del coronel Torres, que saltó valientemente la trinchera
por entre las bayonetas y las bocas de fuego, degollando a aquellos que tuvieron valor para sostenerla, que eran
162. Posteriormente, fue él mismo
atacado dos veces por refuerzos que vinieron a la guarnición, pero repelidos
vigorosamente, replegaron el Reducto, y la tropa, que ya había consumido todas
las municiones e ignoraba la suerte de los demás puntos atacados se retiró de
la línea. Nuestras pérdidas en todo
alcanzó a 106 entre muertos y heridos, inclusive once oficiales. Al amanecer, después de recorrido el campo,
ordenó su excelencia replegasen al campamento”.
ç
No hay comentarios:
Publicar un comentario