Navegación a vapor por el Orinoco

            El 29 de enero de 1849 llegó al puerto de Ciudad Bolívar, el primer barco de la empresa naviera de Vespaciano Ellis y el mes de mayo comenzó su navegación de carga y pasajeros hasta San Fernando de Apure y puntos intermedios, bajo el mando del capitán E. A. Turpin.

            Pero la navegación de vapor a través del Orinoco había comenzado mucho antes por iniciativa de James Hamilton, un coronel cesante de las guerras napoleónicas que se radicó en Angostura a mediados de 1818 y prestó importantes servicios a Guayana y Venezuela al lado de El Libertador Simón Bolívar.

            El Congreso de Colombia que ya había dejado su sede en Angostura para deliberar en la Villa del Rosario de Cúcuta, autorizó al coronel inglés para navegar el Orinoco en buque de vapor bajo ciertas condiciones.  Una de ellas lo obligaba a pagar 20 mil pesos de multa si antes del año no contrataba los trabajos de construcción de los barcos de vapor apropiados para el Orinoco.

            La navegación en barcos de vapor por el Orinoco se afianzó a mediados del siglo diecinueve cuando ya muerto el coronel James Hamilton (en Ciudad Bolívar el 7 de julio de 1840), el norteamericano Vespaciano Ellis logró del Ejecutivo Nacional un convenio por 22 años para continuar la navegación por el Orinoco.  El primer vapor de esta empresa se llamó “Venezuela” y luego se le sumaron “El Apure” capitaneado por George Traviranus, “El Barinas” capitaneado por John Hammer, “El Orinoco” por Antonio Riecci.  En 1856 inició su navegación “El Meta” al mando de Martín Kekler.  Más luego “El Guayana”, “El Toro”, “El Nutrias”, “El Bolívar”, “El Héroe”, “El Masparro”, y entre otros, el “Alianza” que naufragó ya avanzado el siglo veinte, cerca de los raudales del Torno y El Infierno.

            Los primeros barcos que surcaron el Orinoco eran de chapaletas, bien en la popa o los costados, movidas por el vapor que generaban calderas alimentadas con fuego a leña o carbón antracita.