El 26 de julio de 1822, desde Quito,
donde días antes había promulgado la ley
fundamental de Colombia, Bolívar llegó a Guayaquil para entrevistarse con el
general José de San Martín, que a bordo de la fragata “Macedonia”, llegaba
también desde El Perú, país que en parte había liberado y cuyo gobierno
presidía, con el título de Protector.
La entrevista o visita de San Martín
a Guayaquil duró unas cuarenta horas y tuvo por objeto estrechar la amistad
entre El Perú y Colombia y al mismo tiempo, procurar la ayuda colombiana para
terminar de liberar al Perú.
Según carta de Bolívar a Santander,
a propósito de esta entrevista, San Martín ofreció además de su amistad a
Colombia, intervenir a favor del arreglo de límites, y no mezclarse en los
negocios de Guayaquil. Estuvo de acuerdo
con una federación así como con guarniciones cambiadas en uno y otro
estado. Negó San Martín ante Bolívar
estar aspirando al reinado del Perú, pero se manifestó contrario a la
democracia. Era más bien partidario de
traer un Príncipe de Europa para que reinase en El Perú. En cuanto a él se manifestó cansado del mando
y de sufrir a sus enemigos. Continúa
diciendo Bolívar en su carta a Santander sobre la conferencia con San Martín
que “no me ha dicho que trajese proyecto alguno, ni ha exigido nada de
Colombia, pues las tropas que lleva estaban preparada para el caso. Sólo se ha empeñado mucho en el negocio de
canje de guarniciones; y por su parte, no hay género de amistad ni de oferta
que no me haya hecho. Su carácter me ha
parecido muy militar y parece activo, pronto y no lerdo. Tiene ideas correctas de las que a usted le
gustan, pues no me parece bastante delicado en los géneros de sublime que hay en las ideas y en las empresas. Ultimamente, usted, conocerá su carácter por
la memoria, que mando con el capitán Gómez, de nuestras conversaciones, aunque
le falte la sal de la crítica que yo debería poner a cada una de sus frases”.
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