El 19 de septiembre de 1775 nació en Caracas José Félix Ribas, quien
figura en la historia venezolana como revolucionario impetuoso, paladín de la
juventud y héroe hasta el sacrificio.
Su
infancia y juventud transcurren entre el campo, la escuela y los oficios
religiosos. Recibió una educación
suficiente y estuvo muy cerca de la familia de Bolívar, hasta el punto de casarse con una tía del Libertador.
Su
preocupación por la suerte de su patria comienza con una reflexión suscitada en
la Plaza Mayor
de Caracas el 8 de mayo de 1799 cuando presencia la ejecución de uno de los
primeros mártires de la independencia:
José María España. Ribas, quien
para entonces contaba 24 años, queda profundamente impresionado e intuye su
destino. El también habrá de ser un
revolucinario como José María España, pero con más oportunidad y tiempo que
este, antes de ofrecer su cabeza por la empresa emancipadora.
Cuando Miranda
capitula y se pierde la
República , Ribas acompañará a Bolívar en el exilio y después
en la Campaña
Admirable con la cual se inicia la Segunda República.
Durante esta etapa de la guerra, José Félix
Ribas destaca como General de División.
Vence en las Batallas de Niquitao y Los Horcones, se inmortaliza en La Victoria con los jóvenes seminaristas caraqueños,
bate a Rosete en Ocumare y se une a Bolívar y
Mariño venidos desde Oriente para triunfar en la primera batalla de
Carabobo en mayo de 1814. Pero a fines de este año la situación se complica
con el avance arrollador de Boves y sus huestes de llaneros. Ocurre la desbandada, la emigración de
Oriente y la huida del comodoro José Bianchi con el tesoro de la Iglesia. La Segunda República
agoniza Ribas y Piar culpan a Bolívar y
Mariño y se proclaman ellos Jefes Supremos.
Vendrá Urica, la batalla donde pierde Boves porque muere, en tanto que
su ejercito pone en fuga a Ribas hasta un día cercano en que es atrapado,
decapitado y su cabeza frita en aceite.
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