El 24 de agosto de 1499, Alonso de Ojeda, acompañado de
Américo Vespucio, Juan de la Casa
y 57 marinos, descubrió el Lago de Coquivacoa, el cual bautizó con el nombre de
San Bartolomé y que en la actualidad figura en nuestra geografía como Lago de
Maracaibo.
Con este descubrimiento de Ojeda nace también el nombre
de Venezuela derivado de Venecia pues a
esta Ciudad flotante de Italia se le parecía a los descubridores, el típico
conglomerado de viviendas indias que cubrían la apacible costa del Lago.
El Libro “Suma de Geografía” de Martín Fernández de
Enciso, primero que se escribe del Nuevo Mundo a principios del siglo
dieciséis, habla ya de esta nación llamada “Venezuela”
Alonso de Ojeda es el primer navegante, después de
Cristóbal Colón, que logra licencia real para expedicionar por el Nuevo
Mundo. Salió de España en mayo de 1499
comandando cuatro navíos y tocó en la Guayana Holandesa
desde donde recorrió todo el Litoral venezolano hasta llegar a La Guajira. Antes de penetrar en el
Lago de Coquivacoa, Ojeda estuvo en la
Isla de Curazao a la que llamó por el tamaño de sus
habitantes “Isla de Gigantes”.
De vuelta a España, Ojeda se llevó de Venezuela en
calidad de negocios 232 indios que vendió como esclavos.
Entre esos indios había una muy bella llamada Guariya que
bautizó con el nombre de Isabel y luego hizo su esposa. La
Guariya llegó a amar al conquistador y le fue fiel hasta su
muerte. Preso una vez, encadenado y
listo para ser regresado a España al igual que Colón, se lanzó al agua y la
india lo salvó de irse al fondo bajo el peso de los hierros. Permaneció escondido entre manglares mucho
tiempo y terminó al final con sus huesos en Santo Domingo.
Antes de morir, pidió a los misioneros del convento de
San Francisco que lo enterraran a la entrada del templo para que todo el que
entrara y saliera lo pisara.
El “Caballero de la Virgen ”
como siempre quiso que lo llamaran, tuvo con su guajira tres hijos de
los que muy poco se sabe. De la Guariya se escribió
después que la encontraron muerta orando sobre la tumba del conquistador amado.
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