jueves, 6 de junio de 2013
El polémico Juan Vicente González
El primero de octubre de 1866 murió
en Caracas, su tierra natal, Juan Vicente González, periodista de recia
personalidad, polemista político, directo, vehemente, sagaz y educador de
reconocida solvencia.
Murió a la edad de 56 años y sus restos fueron
inhumados en el cementerio de Los Hijos
de Dios. Nunca se supo de ellos. Desaparecieron junto con el propio cementerio
donde hoy se alza una moderna urbanización.
Juan Vicente González nació cuando la Venezuela Colonial
dependiente del virreinato de Santa Fe, comenzaba a estremecerse en su
estructura política. En consecuencia, su
vida de niño y adolescente transcurrió sintiendo muy cerca los episodios
cruentos de la guerra de independencia.
Siempre ocultó su origen que le echaban en cara como para avergonzarlo y
desarmarlo cada vez que su pluma apuntaba sin compasión contra alguna
injusticia o político réprobo.
“Traga libro” lo apodaban en razón
de que toda obra literaria que caía en sus manos la devoraba y sembraba en su
memoria sensible y prodigiosa. Estuvo
siempre actualizado y su educación fue esmerada en los colegios religiosos que
lo absorbieron para aprovechar su inteligencia inquisitiva y hacer de él el
predicador de la región cristiana que no pudo ser porque lo avasalló en cuerpo
y alma el monstruo de la política.
Cuando el Libertador murió, Juan
Vicente González egresaba como licenciado en Filosofía de la Universidad de
Caracas. Entonces se le alborotó en la
sangre la pasión de la política.
Conversaba bien y era intelectual
por demás elocuente, pero su voz atiplada nunca lo favoreció para discurrir en
la plaza pública. Por eso prefirió la
prensa escrita a través de la cual se destapó en aquel su tiempo como un
revolucionario de la palabra. Hombre de
combate, irreductible, se convirtió en el centro de la controversia
general. Sus panfletos, publicaciones
periódicas y epístolas catilinarias, eran de una agresividad y precisión tales
que más de una vez le llevaron a la cárcel.
Sin embargo, fue un político voluble
porque militó en ambos bandos, en el partido liberal y en el conservador,
elevando a sus ídolos y destruyendo con el rayo de su pluma a cuanto adversario
asomara la cabeza. Cuando el asalto
monaguero al Congreso en 1848 abrió un paréntesis en la actividad política y se
dedicó de lleno a la educación. Fundó un
Colegio y escribió varios textos didácticos.
Siendo prisionero de Páez, a quien antes había encumbrado su pluma,
escribió de memoria: “Manual de Historia
Universal” que fue muestra de su gran erudición.
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Necesito informacion de la estatua pedestre de Simón Bolívar
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