El 2 de octubre de 1746 murió el
coronel don Carlos de Sucre y Pardo, gobernador de Nueva Andalucía, Guayana,
Cumaná y Cumanagoto.
Había nacido en Flandes y era hijo
de don Carlos Adrián de Sucre, Marqués de Preux y doña Isabel Garrido Pardo.
Carlos de Sucre y Pardo comenzó a
servir en el ejército de Cataluña en 1686 y ya Capitán estuvo en la guerra de
Italia de donde pasó a ser sargento Mayor de la Plaza de Cádiz, en atención
a su valor y experiencia militar. Sirvió
también en Cartagena de Indias y en Santiago de Cuba como Gobernador.
Nombrado gobernador y capitán
general de las provincias de la Nueva Andalucía y Guayana, llegó a Cumaná en
1773. No había venido antes otro Sucre a
Venezuela, por lo que históricamente es el primero y de su tronco habrá de
descender más tarde Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho.
Llega don Carlos de Sucre a Cumaná,
en momentos difíciles para la colonia, pues los indios Caribes prácticamente
mantenían en jaque a los españoles. Se
veían desolados los campos, disperso el ganado y los misioneros morían
asesinados. De manera que su primera
acción fue la de poner las cosas en orden y pacificar la provincia aún a costa
de sus propios pecunios. Luego viaja a
Guayana y dispone convertir el Convento San Francisco en un castillo, fundó el
pueblo de San José, protege con sus tropas a los misioneros y prosigue hasta la Angostura del Orinoco.
Los suecos que desde 1732 se habían adueñado del
territorio de Barima y establecido fuertes posiciones, fueron desalojados por
este emprendedor gobernador de Andalucía y de Guayana.
En 1740 abandonó el mando dejando
pacificadas las provincias y en plena producción 121 hatos con sesenta mil
reses. Antes de venir a la América se había casado
con Margarita de Flores y Trelles. Murió
en Caracas en 1746 y fue enterrado con honores de gobernador en la capilla de
la Catedral.
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