sábado, 8 de junio de 2013

Guzmán Blanco y la religión

 El 26 de septiembre de 1880 el Presidente de la República, general Antonio Guzmán Blanco, ofició al Obispo de Guayana doctor José Manuel Arroyo y Niño para que aceptara el gobierno eclesiástico de Caracas, acéfalo desde hacía cuatro años debido a que su titular el arzobispo Guevara y Lira se hallaba expulsado.

El arzobispo Guevara y Lira había sido expulsado por el gobierno guzmancista al negarse rotundamente a cantar el  Te Deum en la Catedral con motivo del aniversario de la Revolución de Abril que llegó a Guzmán Blanco al Poder.

En efecto, Guzmán Blanco había expulsado a los jesuitas, confiscando propiedades  monásticas, entre ellas, el convento más grande de América del Sur construido hacía 300 años y el cual fue demolido para erigir el Capitolio de Caracas,  asimismo otros monasterios y conventos, se abolieron las escuelas parroquiales, la ceremonia civil fue declarada la única forma legal del matrimonio, se privó a los sacerdotes de su poder y remuneraciones y los cementerios fueron abiertos a los herejes y judíos.


            Con todo este rosario de acciones contra la iglesia el arzobispo de Caracas no podía complacer a Guzmán Blanco cantándole un Te Deum, por lo que se reveló y fue inmediatamente expulsado.  Después de cuatro años de estar sin gobierno eclesiástico, Guzmán Blanco propuso a Monseñor Miguel A. Baralt para arzobispo pero éste no aceptó y en consecuencia mereció expulsión.  El Presidente seguidamente recurrió al Arzobispo de Guayana José Manuel Arroyo y Niño y éste aceptó a condición de someterlo a consideración en Roma.  El obispo guayanés recibió como respuesta del Papa una solemne reprimenda, por lo que Caracas continúo sin arzobispo hasta ser nombrado poco después Monseñor Ponte.

6 comentarios:

  1. Señor por favor digame que obispo expulso Guzman Blanco

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  2. Señor por favor digame que obispo expulso Guzman Blanco

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  3. Señor por favor digame que obispo expulso Guzman Blanco

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  4. Debieron haber roto las relaciones con el Vaticano y expulsado a todos los curas y monjas enviándolos para allá. Hubiera sido una bendición haber impedido la enseñanza de ellos. Debieron haber impedido sus escuelas, sus universidades y este país no estuviera en la ignorancia a la cual la han llevado al mundo.

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  5. Debieron haber roto las relaciones con el Vaticano y expulsado a todos los curas y monjas enviándolos para allá. Hubiera sido una bendición haber impedido la enseñanza de ellos. Debieron haber impedido sus escuelas, sus universidades y este país no estuviera en la ignorancia a la cual la han llevado al mundo.

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