El 26
de septiembre de 1880 el Presidente de la República , general Antonio Guzmán Blanco, ofició
al Obispo de Guayana doctor José Manuel Arroyo y Niño para que aceptara el
gobierno eclesiástico de Caracas, acéfalo desde hacía cuatro años debido a que
su titular el arzobispo Guevara y Lira se hallaba expulsado.
El
arzobispo Guevara y Lira había sido expulsado por el gobierno guzmancista al
negarse rotundamente a cantar el Te Deum
en la Catedral
con motivo del aniversario de la
Revolución de Abril que llegó a Guzmán Blanco al Poder.
En
efecto, Guzmán Blanco había expulsado a los jesuitas, confiscando
propiedades monásticas, entre ellas, el
convento más grande de América del Sur construido hacía 300 años y el cual fue
demolido para erigir el Capitolio de Caracas,
asimismo otros monasterios y conventos, se abolieron las escuelas
parroquiales, la ceremonia civil fue declarada la única forma legal del
matrimonio, se privó a los sacerdotes de su poder y remuneraciones y los
cementerios fueron abiertos a los herejes y judíos.
Con todo
este rosario de acciones contra la iglesia el arzobispo de Caracas no podía
complacer a Guzmán Blanco cantándole un Te Deum, por lo que se reveló y fue
inmediatamente expulsado. Después de
cuatro años de estar sin gobierno eclesiástico, Guzmán Blanco propuso a
Monseñor Miguel A. Baralt para arzobispo pero éste no aceptó y en consecuencia
mereció expulsión. El Presidente
seguidamente recurrió al Arzobispo de Guayana José Manuel Arroyo y Niño y éste
aceptó a condición de someterlo a consideración en Roma. El obispo guayanés recibió como respuesta del
Papa una solemne reprimenda, por lo que Caracas continúo sin arzobispo hasta
ser nombrado poco después Monseñor Ponte.
Señor por favor digame que obispo expulso Guzman Blanco
ResponderEliminarSeñor por favor digame que obispo expulso Guzman Blanco
ResponderEliminarSeñor por favor digame que obispo expulso Guzman Blanco
ResponderEliminarDebieron haber roto las relaciones con el Vaticano y expulsado a todos los curas y monjas enviándolos para allá. Hubiera sido una bendición haber impedido la enseñanza de ellos. Debieron haber impedido sus escuelas, sus universidades y este país no estuviera en la ignorancia a la cual la han llevado al mundo.
ResponderEliminarFelicito a Guzmán Blanco
EliminarDebieron haber roto las relaciones con el Vaticano y expulsado a todos los curas y monjas enviándolos para allá. Hubiera sido una bendición haber impedido la enseñanza de ellos. Debieron haber impedido sus escuelas, sus universidades y este país no estuviera en la ignorancia a la cual la han llevado al mundo.
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