El 2 de agosto de 1884 nació don Rómulo Gallegos, insigne
escritor venezolano. Nació en una
modesta casa de la esquina de “El Zamuro” en Caracas y fue bautizado con el
largo nombre de Rómulo Angel del Monte Carmelo Gallegos y Freyre.
La vida de Rómulo Gallegos, como ha ocurrido casi siempre
con los grandes hombres de la humanidad, transcurrió en la pobreza y durante la
época insosegada de Venezuela del siglo diecinueve. De tenedor de libros y jefe de una estación
ferrocarrilera, pasó a ser gracias a su inteligencia, estudios y disciplina, un
extraordinario artista de la narrativa.
Hombre mesurado, sereno e invariable, observó con
dedicación el drama del hombre de su tierra y lo plasmó en sus obras a través
de su vena intelectual, profusa e inagotable.
No solamente el drama del hombre venezolano sino el paisaje amplio y
bucólico de su patria.
La labor literaria de Rómulo Gallegos es intensa,
subyugante y creadora y no se queda estacionada en el limbo de la
espiritualidad sino que va más allá.
Rómulo Gallegos, aunque parezca paradójico, se hace político que es lo
mismo que decir, se hace ciudadano integral y entra de lleno a la lucha cívica
con ansias de escalar la posición estratégica para redimir al venezolano del
drama angustioso en que se desenvuelve.
Pero vinieron exilios y tiempos infortunados que no amilanaron al escritor
y al político, que no lo derrotaron ni lo envenenaron. La gloria – escribió alguien – necesita
sacrificios, renuncia, disciplina, y Gallegos supo hacer las tres cosas para
conquistar el pedestal de las letras sobre el que hoy se yergue majestuosa su
figura de intelectual insigne. Gallegos
murió en Caracas el 4 de abril de 1969.
No hay comentarios:
Publicar un comentario