El 7 de octubre de 1818 el
Libertador vuelve a escribir en Angostura al señor B. Irvine, agente de los
Estados Unidos de la América
del Norte, para responderle una nota en
que reclama la devolución de las goletas “Tigre” y “Libertad”.
Estas dos goletas fueron capturadas
por la escuadra del Almirante Brión que en la Campaña de Guayana
bloqueba el Orinoco para impedir la entrada y salida de barcos en auxilio del
General La Torre
que había sido sitiado en Angostura y en los Castillos de Guayana La Vieja.
Varias cartas en términos duros se
cruzaron el Libertador y el agente norteamericano que abogaba por los señores
Leami, Ledli y Lamso, dueños de las goletas confiscadas. Alegaba Irvine que la captura era ilegal y
exigía indemnización, mientras que el Libertador se empeñaba en demostrar que
las plazas de Angosturas y Guayana estaban bloqueadas por mar y tierra desde
enero de 1817 y que durante el bloqueo entró y salió la goleta el Tigre del
puerto de Angostura e intentó hacerlo la Libertad cargada de víveres y otras mercancías
para los sitiados. El Libertador para no
alargar la disputa proponía un juicio de árbitros que el agente norteamericano
se negaba aceptar cayendo muchas veces en el insulto y la provocación al Gobierno
Supremo instalado en Angostura.
En su carta del 7 de octubre de 1818
Bolívar muestra su desagrado por la insistencia sin justificación del agente
Irvine: “Quisiera – escribe el
Libertador – terminar esta nota desentendiéndome del penúltimo párrafo de la V. S. porque siendo en
extremo chocante e injurioso al gobierno de Venezuela sería preciso para
contestarlo usar del mismo lenguaje de V. S. tan contrario a la modestia y
decoro con que por mi parte he conducido la cuestión. El pertinaz empeño y acaloramiento de V. S.
en sostener lo que no es defendible sino atacando nuestros derechos, me hace
extender la vista más allá del objeto a que la ceñía nuestra conferencia. Parece que el intento de V. S. es forzarme a
que reciproque los insultos: no lo haré;
pero si protesto a V. S. que no permitiré que se ultraje ni desprecie al
Gobierno y los derechos de Venezuela.
Defendiéndolos contra España ha desaparecido una gran parte de nuestra
población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra
España, que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario