Primer terremoto de Caracas

            El 11 de junio de 1641 dicen las crónicas que ocurrió el primer terremoto de Caracas.  Tenía entonces la ciudad setenta y cuatro años de fundada y la gobernaba  Ruy Fernández de Fuenmayor.  Ejercía el obispado de la provincia Fray Mauro de Tovar. Cuatro días después otro terremoto similar destruiría la provincia de Cumaná en el Oriente del país.

            Este sismo que atemorizó a los caraqueños se registró entre las ocho y las nueve  de la mañana ya oficiada por Monseñor Mauro la misa en honor a San Bernabé, pues era el día del santo.  Una sensación de calor y un ruido estrepitoso vino después dejando en pie tan solo cinco casas particulares.  El Palacio de los Gobernadores situado en la que es hoy la esquina Principal se desplomó y unas 200 personas quedaron sepultadas bajo los escombros.

            Por esos días recorría la ciudad un Loco – el típico loco de todos los pueblos – que habría tenido la visión del terremoto y anunciádolo en inquietantes versos.  José Antonio Calcaño es quien recoge en una bella crónica la premonición fatalista del loco Saturnino a quien la muchacha de entonces molestaba con el remoquete de "Raposanta".  No sabemos por que le llamaban “Raposanta” pues el loco más que una raposa era más bien un rapsoda y andaba de lugar en lugar cantando en versos.

Once días antes del movimiento telúrico, Raposanta comenzó a caminar  las calles de la apacible y bucólica ciudad de Caracas cantando “Que triste está la ciudad, perdida ya de su fe.  Pero destruida será el día de San Bernabé.  Quien lo viviere lo verá”.  Un día antes del terremoto o sea el 10 de junio, víspera de San Bernabé, Raposanta cambió los versos por éstos:  Tengole ya de decir/ yo no sé lo que será/ mañana es San Bernabé/ quien viviere lo verá/. La noche de ese día el Loco Raposanta abandonó la ciudad y se refugió en el cerro del Calvario desde donde contempló la ciudad destruía con sus sobrevivientes enloquecidos, llorando y orando a Dios de rodillas.